Siete
largos años de preparativos culminan hoy con la ceremonia de inauguración de
losterceros Juegos
Olímpicos que alberga Londres en su historia, después de los de
1908 y 1948, que se augura espectacular.
La gala de tres horas creada
por el director Danny Boyle, ganador del Oscar porSlumdog Millionaire, será
vista por unas 60.000 personas en el estadio construido en el
este de Londres y
contará con una audiencia mundial de más de 1.000 millones. A los espectadores
se les pedirá que se sumen cantando canciones y ayuden a crear escenas visuales
espectaculares en un acontecimiento con el que se espera marcar la pauta del
mayor espectáculo deportivo del mundo, en el que competirán
16.000 atletas de 204 países.
Aunque Boyle ha instado a los 10.000
voluntarios y público en los ensayos de esta semana que mantengan el secreto,
algunos elementos ya se han filtrado. Inspirada en La
tempestad de
William Shakespeare, la ceremonia comienza con una recreación
del gozo bucólico, con campos, vallas, setos, ovejas, gansos, un caballo
percherón, pastores e incluso un juego de cricket.
El ambiente se oscurece para dar paso a las
chimeneas y el humo de la revolución industrial del siglo XIX y terminará en el
presente con una celebración psicodélica de la cultura pop con canciones,
series de televisión y clásicos del cine y la actuación del ex Beatle Paul McCartney.
Boyle tiene 42 millones de dólares de
presupuesto, mucho menos de la mitad de lo que se estima se invirtió en Beijing
2008.
Hay muchos secretos en el aire, como quién
encenderá el pebetero olímpico, aunque el popular futbolista David
Beckham y el príncipe
Whilliam han
sonado entre posibles relevistas de la antorcha.
La abuela de Whilliam, la reina Isabel II,
estará entre el público, junto a la primera dama estadounidense, Michelle
Obama, y más de un centenar de mandatarios y famosos. Serán
los segundos JJOO que inaugura la monarca.
Para marcar el inicio de una jornada
histórica para la capital británica, las campanas delBig Ben, uno de los
símbolos más reconocibles de la ciudad más turística del mundo, repicaron esta
mañana 40 veces durante tres minutos, al igual que hicieron miles de campanas
en todo el Reino Unido.
Los
Juegos también responderán la pregunta que se hacen los británicos: ¿valieron la pena los siete años de planificación,
construcción y molestias, y una factura de 14.000 millones de dólares durante
una de las peores recesiones del país?
"Es un momento muy, muy tenso pero hasta
ahora soy optimista con cautela", dijo Boris Johnson, alcalde de Londres,
la única ciudad que va a albergar los juegos de verano en tres ocasiones.
"Me preocupa que no tenga suficientes cosas de qué preocuparnos de momento",
añadió el alcalde.
No obstante, ha habido baches en el camino.
La cobertura de los medios de comunicación ha estado dominada en las últimas
semanas por la empresa
de seguridad G4S y su reconocimiento de que no podía aportar suficientes agentes para custodiar los
recintos olímpicos, obligando a desplegar a miles de soldados extra a última hora,
pese a tener un contrato multimillonario con el Gobierno.
En las calles de la capital británica se
respira un ambiente festivo y de expectación, a pesar de un dispositivo de
seguridad que blinda la ciudad con 42.000 efectivos, entre militares, policías y agentes
privados.
Los funcionarios antiterroristas han restado
importancia a la posibilidad de que se produzca un atentado durante los Juegos
y el primer ministro, David Cameron, dijo que la seguridad de las Olimpíadas
era su prioridad.
"Es la mayor operación de seguridad en
tiempos de paz de nuestra historia y no estamos dejando nada librado al
azar", dijo. Londres sufrió ataques suicidas en julio del 2005 en los que
murieron 52 personas, y este año se cumplen 40 años de la masacre de Múnich
1972 cuando 11 miembros del equipo olímpico israelí fueron asesinados por
milicianos palestinos. Hasta el momento no se ha accedido a los llamamientos
para un recuerdo oficial de la tragedia en la ceremonia inaugural.
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